Sofá alto para personas mayores

¿Por qué es importante un sofá alto para personas mayores?

Un sofá se llega a considerar «alto» cuando la altura del asiento supera la media estándar que suele rondar los 40 cm. En los sofás altos, el asiento está generalmente entre 45 y 50 cm del suelo, lo que reduce el esfuerzo necesario para sentarse o levantarse.

Para una persona joven y sin ninguna enfermedad, agacharse un poco más o hacer fuerza con las piernas para incorporarse puede parecer normal. Pero para alguien que sufre de artrosis, tiene problemas de espalda o simplemente movilidad reducida, ese mismo gesto puede generar molestias, inseguridad e incluso caídas.

Beneficios de los sofás altos para personas mayores

1. Facilitan la incorporación: Uno de los mayores beneficios es que requieren menos esfuerzo físico para levantarse del sofá. Un asiento más alto permite que las rodillas y las caderas no queden por debajo del nivel del cuerpo, lo que reduce ayuda a reducir la presión sobre estas articulaciones.
2. Mejoran la postura: Los sofás bajos tienden a hacer que uno se hunda, lo que puede generar malas posturas y molestias a medio plazo. En cambio, un sofá alto y firme permite sentarse de forma más erguida y alineada con la columna vertebral.
3. Proporcionan mayor seguridad: La sensación de inestabilidad al sentarse o levantarse desaparece. Hay muchos modelos que incluyen apoyabrazos robustos que ayudan en estos movimientos. Menos esfuerzo físico también significa menor riesgo de lesiones.
   
4. Favorecen la circulación: Al no tener que flexionar tanto las piernas para sentarse o pararse, se mejora la circulación sanguínea, algo que muchas personas mayores agradecen, especialmente después de pasar mucho tiempo sentados.Más allá de la altura, hay varios aspectos importantes que pueden marcar la diferencia en la comodidad y seguridad de un sofá para personas mayores. Antes de realizar la compra, fíjate en la firmeza del sillón. No debe de ser ni muy blando ni muy duró; un nivel medio-alto ayudará a que el cuerpo no se hunda y permita incorporarse con facilidad. Otro aspecto a tener en cuenta es el tapizado. Si el tejido es resistente, fácil de limpiar y no resbala, ese es el correcto.